Dado que existen diferentes tipos de andadores, es importante conocer cuál es el que se adapta mejor a las necesidades propias.
Ante alteraciones en la marcha usual que los profesionales puedan indicar el uso de un andador para sostener la autonomía y la independencia de los adultos mayores.
Existen en el mercado varios tipos: los hay sin ruedas, con dos, tres o cuatro ruedas. Aquí el detalle de cada uno y a qué tipo de paciente se le indica.
Andador de tres ruedas
- Son de diámetro grande, es fácil de manejar pero no es muy estable, no está diseñado para cargarle mucho peso y puede tumbarse de costado.
- Se le indica a una persona activa, que camina muchas cuadras, que sale sola a la calle pero que, quizás, tiene miedo a las caídas.
Andador de cuatro ruedas
- A diferencia del anterior, este sí tiene asiento, las cuatro ruedas son igual de grandes pero además tiene asiento y esa cuarta rueda le da un poco más de estabilidad.
- Se le indica a personas mayores, activas y lúcidas pero con más debilidad o más falta de equilibrio, que les falta coordinación para manejar un bastón.
Andador de dos ruedas
- Tiene dos regatones traseros y dos ruedas pequeñas adelante. Es el más estable de todo.
- Ws el andador que se le da a la persona que tiene más limitaciones (mucho deterioro cognitivo, inestabilidad). Obliga a una marcha mucho más lenta, más pausada.
Andador sin ruedas
- No suelen indicarse en personas mayores, salvo que estén atravesando un post quirúrgico o para hacer transferencias de la cama a la silla de ruedas, caminar dos o tres pasos para ir al baño, tramos muy cortos.
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